Con una evaluación inédita y pionera en el país, el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires impulsa una transformación clave en la calidad formativa de las médicas residentes.

En el Hospital Materno Infantil Ramón Sardá, se concretó el primer Examen Clínico Objetivo Estructurado (ECEO) de Tocoginecología, una herramienta innovadora que apunta a transformar la formación médica en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires mediante estándares homogéneos, objetivos y clínicamente relevantes.

“Con esta evaluación estamos sentando las bases para un sistema de formación médica de excelencia, donde se priorice la equidad, la calidad asistencial y la seguridad del paciente”, expresó con orgullo la Coordinación General de Tocoginecología del Ministerio de Salud porteño.

Desde Retiroweb pudimos ser testigos del espíritu profesional y comprometido que impregnó esta jornada histórica. Durante el ECEO, 32 médicas residentes provenientes de las 13 sedes de Tocoginecología que integran el sistema público de salud de la Ciudad fueron evaluadas de manera simultánea, marcando un hito en la educación médica.

La evaluación se desarrolló en ocho estaciones con escenarios simulados, cuidadosamente diseñados para representar situaciones clínicas reales. En cada estación, las participantes enfrentaron casos concretos en los que debían demostrar no solo conocimientos técnicos, sino también habilidades interpersonales, toma de decisiones y criterios clínicos.

El objetivo es claro y ambicioso:
Detectar fortalezas y áreas de mejora en la formación clínica actual.
Asegurar una adquisición equitativa de competencias esenciales entre todas las médicas residentes.
Homogeneizar los estándares de evaluación entre las distintas sedes formativas.
Promover una atención médica más segura y de mayor calidad para las personas gestantes y sus familias.

En palabras de una de las residentes evaluadas: “Fue un desafío, sí, pero también una oportunidad para confirmar lo aprendido y entender en qué debemos seguir creciendo. Que se evalúe lo que realmente ocurre en la práctica clínica es un paso enorme para todas nosotras”.

Además, luego del examen, se habilitó un espacio de debriefing, en el que evaluadoras y residentes compartieron reflexiones, dudas y propuestas. Este momento de intercambio permitió fortalecer el componente formativo del proceso, consolidando conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para la práctica profesional.

Lo significativo de este examen radica no solo en su metodología rigurosa, sino también en su trasfondo humano. Cada estación clínica simulada fue construida con criterios de equidad, justicia y pertinencia, fomentando una evaluación libre de sesgos y enfocada en lo verdaderamente relevante para la práctica médica.

Desde la Coordinación General de Tocoginecología destacaron que este ECEO representa solo el primer paso de una política sostenida de mejora continua. Se proyecta que esta herramienta se institucionalice como parte regular del programa docente y se amplíe a otras especialidades.

El compromiso con la formación médica es un compromiso con la salud pública. Y en un sistema como el de la Ciudad, donde miles de personas dependen diariamente de la atención hospitalaria, garantizar la excelencia profesional desde la residencia no es un lujo, sino una necesidad.

Desde Retiroweb celebramos esta iniciativa con convicción y esperanza. Como comunicador y testigo directo de este primer ECEO, no tengo dudas: estamos ante una verdadera revolución silenciosa en la formación médica pública. Una que comienza en la sala de simulación, pero impacta, sin escalas, en la vida de cada paciente.