En medio del ritmo frenético de la avenida 9 de Julio, una plazoleta pequeña, casi escondida, rinde homenaje a un hombre que eligió el diálogo por sobre la guerra. Desde Retiroweb te invito a conocer la historia detrás de este espacio que simboliza la unión entre Israel y Argentina.

Pasé por allí cientos de veces sin saber quién era. Una plazoleta discreta, entre el ruido constante del tránsito y el vaivén de los oficinistas de Retiro. Pero ese rincón de la ciudad, la Plazoleta Itzhak Rabin, es más que un espacio verde: es un monumento viviente a la paz, a la valentía política y a la amistad entre naciones.

“Itzhak Rabin no fue asesinado por un enemigo extranjero, sino por el odio interno. Esta plazoleta lo recuerda no solo por lo que hizo, sino por lo que representó: la paz como camino y no como meta”, me dijo una vecina del barrio, mientras regaba unas flores junto al busto del ex premier israelí.

La Plazoleta Itzhak Rabin fue inaugurada el 21 de noviembre de 2006 por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Su ubicación no es casual: se encuentra en la avenida 9 de Julio, entre las calles Arroyo y Juncal, justo donde la vorágine del centro porteño deja un pequeño respiro.

¿Por qué Rabin? Porque fue una figura clave en la historia contemporánea:

  • En 1994, recibió el Premio Nobel de la Paz junto a Shimon Peres y Yasser Arafat, por su rol fundamental en los Acuerdos de Oslo, que buscaban poner fin al histórico conflicto entre Israel y Palestina.

  • Un año después, en 1995, fue asesinado por un extremista israelí que se oponía a su política de conciliación. Su muerte conmocionó al mundo y dejó una marca imborrable en Medio Oriente.

La plazoleta no sólo lleva su nombre, sino que también fue pensada como símbolo de unión entre Argentina e Israel:

  • Se plantaron palmeras Fénix, árbol de gran valor simbólico para el pueblo israelí, que representa resiliencia y renacimiento.

  • Las palmeras conviven con especies autóctonas de nuestro país, como símbolo de amistad y diálogo intercultural.

  • En el centro del espacio hay un busto de Rabin, sereno, mirando hacia el sur, como si aún esperara una respuesta del mundo.

Además, el entorno de la plazoleta está cargado de significado:

  • Está a metros de la Embajada de Israel, destruida en el atentado terrorista de 1992, y muy cerca del corazón institucional de la ciudad.

  • La elección de este lugar es un gesto de memoria y compromiso con la historia reciente, tanto argentina como internacional.

Desde su inauguración, este espacio ha sido escenario de actos conmemorativos, visitas diplomáticas y homenajes ciudadanos. Pero también es un refugio silencioso en medio del caos urbano, donde uno puede detenerse a pensar, recordar y honrar la paz.

La memoria también se planta, se riega y se cuida como los árboles que crecen ahí. Y aunque el nombre de Rabin parezca lejano, su legado está más vivo que nunca, entre adoquines, palmeras y pasos apurados.