Con una nueva herramienta online, más de 234.000 contribuyentes podrán compensar deudas con sus saldos a favor de Ingresos Brutos. La medida busca simplificar gestiones y reducir la burocracia fiscal en beneficio de vecinos, comercios y PyMEs.
La Ciudad de Buenos Aires dio un nuevo paso hacia la modernización tributaria: desde ahora, quienes tengan un saldo a favor por Ingresos Brutos podrán usarlo para cancelar deudas de ABL, Patentes o del mismo tributo, de manera simple, automática y 100% digital.
“Acompañamos el esfuerzo de los que invierten, generan empleo y hacen crecer nuestra Ciudad. Menos burocracia es más tiempo, más plata y más oportunidades para los vecinos”, sostuvo el Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, al anunciar la implementación de esta nueva funcionalidad en la cuenta corriente tributaria.
Como periodista —y también como contribuyente— sé lo frustrante que puede ser enfrentarse a un trámite eterno, lleno de pasos innecesarios y respuestas que nunca llegan a tiempo. Por eso, cuando escuché sobre esta nueva posibilidad que ofrece la Ciudad, quise entender exactamente de qué se trataba y por qué impacta positivamente en miles de personas.
La novedad es concreta: quienes tengan un Saldo a Favor (SAF) en el impuesto sobre Ingresos Brutos, ahora podrán compensarlo automáticamente contra deudas de Inmobiliario/ABL, Patentes o el mismo Ingresos Brutos, sin necesidad de hacer trámites presenciales, ni esperar validaciones lentas.
Veamos los principales puntos:
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Más de 234.000 contribuyentes tienen actualmente saldos a favor en Ingresos Brutos, y ahora podrán aprovecharlos para regularizar otras obligaciones tributarias.
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El trámite se realiza de forma 100% online, ingresando con Clave Ciudad a la Nueva Cuenta Corriente Tributaria.
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En la plataforma, el usuario selecciona la opción “Operaciones” > “Compensar Saldo”, elige la deuda a cancelar y aplica el crédito disponible.
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El sistema realiza la operación automáticamente, y el resultado impacta en el momento, sin límite de montos a aplicar.
Este avance se suma a la devolución exprés de SAF lanzada en enero de este año, con resultados contundentes:
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Más de 10.000 contribuyentes ya recuperaron su dinero.
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El proceso, que antes demoraba hasta 3 meses, ahora se resuelve en un plazo promedio de 48 horas.
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Hasta el momento, se devolvieron más de $4.100 millones.
Ambas medidas —devolución y compensación— forman parte de una estrategia clara de la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP) para simplificar los trámites, reducir los tiempos de espera y hacer que el cumplimiento fiscal no sea un obstáculo para los vecinos, sino una herramienta de organización.
“Queremos que el sistema tributario esté al servicio de la gente, y no al revés. Con estas soluciones, buscamos facilitar la vida cotidiana de quienes pagan sus impuestos, de los pequeños comerciantes, de las PyMEs que son el motor de la Ciudad”, indicaron desde el organismo.
Con esta herramienta, el Gobierno porteño da una señal de modernización y eficiencia. Se trata de una respuesta concreta a una necesidad real. Ya no se trata solo de digitalizar trámites, sino de hacerlos más inteligentes, más rápidos y más útiles para quienes producen, trabajan y viven en la Ciudad.
Desde mi experiencia cubriendo temas de gestión pública, pocas veces se ve una política tan enfocada en el detalle práctico. Esta vez, no se trata de grandes anuncios ni promesas a futuro: es una mejora concreta que ya está funcionando y que puede marcar la diferencia para miles de vecinos. Si la eficiencia es el nuevo nombre del progreso, la Ciudad parece estar dando pasos firmes en esa dirección.