Con bicicleteros en más de 50 escuelas, talleres de educación vial y campañas en el subte, la Ciudad afianza su Plan de Movilidad Sustentable 2030. La meta es clara: menos autos, más transporte público, caminatas y bicicletas.

La Ciudad de Buenos Aires avanza con pasos firmes hacia una movilidad más limpia y consciente. En el marco del Plan de Movilidad Sustentable 2030, se instalaron bicicleteros en más de 50 escuelas públicas y privadas, se dictaron talleres de seguridad vial y se promovió el uso del transporte público entre los más jóvenes. Todo apunta a un cambio de hábitos que ayude a reducir las emisiones del transporte, que hoy representan casi el 50% de la huella de carbono de la Ciudad.

“Queremos que los chicos y chicas crezcan con otra lógica de movilidad, más sana, segura y respetuosa del ambiente. Por eso trabajamos desde las escuelas, para sembrar conciencia y construir una Ciudad que respire mejor”, explicaron desde la Secretaría de Transporte porteña al presentar las acciones.

Como periodista de Retiroweb, me acerqué a una de las escuelas que ya cuenta con bicicletero en su puerta. La imagen es potente: bicicletas atadas en fila, chicos con casco entrando a clase, docentes que también se suman al cambio. Es un gesto simple, pero poderoso. Habla de otra manera de moverse, y sobre todo, de una Ciudad que se toma en serio el futuro.

El Plan de Movilidad Sustentable 2030 tiene como objetivo reducir la dependencia del auto y fomentar medios alternativos como el transporte público, la caminata y la bicicleta, para enfrentar los impactos del cambio climático y mejorar la calidad del aire urbano.

Entre las acciones concretas más recientes, se destacan:

  • Instalación de bicicleteros fijos y móviles en más de 50 escuelas de Nivel Primario, Secundario y Superior, tanto de gestión pública como privada.

  • Ubicados dentro de los edificios escolares o en sus veredas, estos bicicleteros buscan hacer más cómodo y seguro el uso cotidiano de la bici.

  • La iniciativa se realizó en articulación entre la Secretaría de Transporte y la Subsecretaría de Gestión Administrativa del Ministerio de Educación, que facilitó los permisos necesarios para la colocación de la infraestructura.

Pero esto no termina ahí. El 2 de octubre, se desarrolló un taller de educación vial en la Escuela Primaria Común N.° 12 DE 21, destinado a estudiantes de 6.º grado, con el objetivo de brindar herramientas para circular de forma segura en bicicleta por la Ciudad.

Además, este año se sumó un proyecto en alianza con EMOVA, la concesionaria del subte, para concientizar a estudiantes de primer año del secundario sobre los beneficios de usar subte y premetro como transporte habitual. Este programa tuvo su punto más alto en la estación Facultad de Derecho (Línea H), donde los chicos y chicas participaron de una experiencia educativa única.

Allí, los alumnos crearon una campaña de bien público, con bocetos de dibujos e ideas propias, reflexionando sobre cómo mejorar el transporte y cuidar el ambiente. Fue un ejemplo claro de cómo se puede aprender fuera del aula y generar impacto real en el entorno.

“Es clave que los estudiantes no solo escuchen sobre movilidad sustentable, sino que vivan experiencias que los conecten con el cambio que buscamos como sociedad”, comentaron desde el equipo de Educación Vial.

Estas acciones forman parte de una política más amplia que busca transformar la movilidad urbana no solo desde la infraestructura, sino también desde la educación y la cultura ciudadana. Porque si bien es importante construir ciclovías o modernizar la red de transpo

Desde Retiroweb, celebro que el cambio comience en las aulas. Las bicicletas en las puertas de las escuelas y los chicos pensando campañas en estaciones de subte no son sólo actividades escolares: son señales de una Ciudad que quiere respirar mejor. Y si este presente se sostiene, el futuro puede pedalear mucho más liviano.