La Ciudad de Buenos Aires moderniza sus trámites de licencias de conducir con un sistema ágil, segmentado por tipo de vehículo y uso, y con rigurosos controles psicofísicos.
Gestionar la licencia de conducir en la Ciudad de Buenos Aires es hoy un proceso más rápido, seguro y transparente. Gracias a un sistema digitalizado y procedimientos optimizados, el trámite puede completarse en apenas una hora. Pero detrás de esa eficiencia hay una estructura robusta que evalúa con rigurosidad cada caso, según el tipo de vehículo, el uso previsto (particular o profesional) y el perfil del conductor.
“En la Ciudad tenemos un procedimiento ágil y novedoso que les permite a los vecinos obtener su licencia en un promedio de una hora. Las evaluaciones son exhaustivas, pero también accesibles. Buscamos garantizar la seguridad vial desde el primer paso”, explica César Torres, secretario de Gobierno y Vínculo Ciudadano.
Desde Retiroweb acompañamos el paso a paso del proceso de obtención de licencias en la Ciudad, y comprobamos cómo se combinan innovación tecnológica, control profesional y segmentación por uso.
Las licencias se dividen en dos grandes grupos, con sus respectivas clases y subclases:
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Licencias particulares (A, B, G): para motos, autos, camionetas y vehículos adaptados.
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Licencias profesionales (C, D, E): para quienes conducen vehículos de carga, transporte de pasajeros o maquinaria especial con fines laborales.
También existe la clase F, adaptada a personas con condiciones físicas que requieren vehículos con equipamiento especial.
Una categoría aparte, pero clave, es la licencia interjurisdiccional, necesaria para conductores de larga distancia. Su gestión incluye exámenes en prestadores externos autorizados por la Agencia Nacional de Seguridad Vial.
Además, el proceso es 100% digital en su inicio:
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Se accede a la web oficial del GCBA.
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Se completa un formulario con los datos del solicitante.
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Tras la validación, se envía la boleta BUI de pago.
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Luego, el vecino elige sede y turno.
El día del turno, el proceso completo incluye:
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Examen teórico.
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Evaluación psicofísica (visión, audición, psicología y salud física).
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Examen práctico (conducción en vía pública con autos doble comando).
La Ciudad dispone de 19 sedes habilitadas para la categoría B1 y otras específicas como la de Av. Cnel. Roca 5252, para motos y licencias profesionales. Las renovaciones también se inician desde la web y pueden tramitarse hasta 12 meses después de vencidas.
En materia de vigencia, la duración depende de la edad del conductor:
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De 16 a 39 años: hasta 10 años.
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De 40 a 49: 6 años.
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De 50 a 69: 4 años.
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Mayores de 70: cada 2 años.
En el caso de las licencias profesionales, los plazos son más cortos por las mayores exigencias: entre 2 y 5 años según edad y categoría.
Una gran innovación que destaca la Ciudad es el uso de vehículos doble comando con cámaras y sensores telemétricos para el examen práctico. Esto permite monitorear en tiempo real cada evaluación desde un centro de control y asegura total transparencia y trazabilidad.
Otro ejemplo de mejora es la actualización del examen de motos, con rediseño de la pista, nuevas maniobras y monitoreo exhaustivo, garantizando que las condiciones del examen reflejen los desafíos reales de la conducción.
Desde Retiroweb también valoramos la incorporación de Boti, el asistente virtual que facilita todo el proceso por WhatsApp. Es tan simple como agendar el número 11 5050 0147, escribir “licencia de conducir” y seguir las opciones.
La Ciudad de Buenos Aires demuestra que se puede combinar eficiencia administrativa, control riguroso y tecnología de vanguardia para cuidar la vida en el tránsito. Desde Retiroweb lo decimos con claridad: obtener una licencia hoy es mucho más que un trámite, es el primer paso hacia una movilidad más segura, responsable y moderna.