Con una inversión de más de 712 millones de pesos, la ampliación del reservorio del arroyo Medrano beneficiará a más de 200 mil vecinos y será clave ante tormentas extremas.

La Ciudad de Buenos Aires avanza a paso firme con una de sus obras hidráulicas más estratégicas: la ampliación del reservorio en Parque Sarmiento, una intervención que permitirá retener el agua del arroyo Medrano durante lluvias intensas, reduciendo así el riesgo de inundaciones en los barrios de Saavedra, Núñez y Belgrano. Con una capacidad final de 100 mil metros cúbicos —equivalentes a 40 piletas olímpicas—, el nuevo reservorio forma parte del ambicioso Plan Hidráulico que la gestión de Jorge Macri decidió acelerar en respuesta al cambio climático.

“Esta obra nos permite ganar tiempo en los momentos de mucho pico de lluvia. No es lo mismo 100 milímetros de agua en tres días que 100 milímetros en una hora. En una tormenta siempre se está corriendo contra el tiempo, que es lo más importante”, aseguró el Jefe de Gobierno, Jorge Macri, tras supervisar los avances junto al ministro de Infraestructura, Pablo Bereciartua.

Estuve recorriendo la obra, donde hoy las enormes máquinas excavadoras no se detienen. Están removiendo más de 120 mil metros cuadrados de suelo en lo que pronto será una especie de lago artificial, un verdadero pulmón hidráulico para una zona históricamente vulnerable a las lluvias intensas. La intervención está pensada no solo para mitigar el riesgo, sino también para recuperar el espacio público como zona deportiva y recreativa.

Los puntos clave del proyecto incluyen:

  • Una capacidad de retención de 100 mil metros cúbicos, lo que equivale a 40 piletas olímpicas, para contener el caudal excedente del arroyo Medrano.

  • Una inversión total de $712 millones, que contempla no solo la excavación del reservorio, sino también la adecuación del terreno como espacio deportivo una vez concluida la obra.

  • Impacto directo en 9 mil vecinos que viven lindantes al parque, y beneficio para más de 200 mil personas en los barrios cercanos a la cuenca.

  • Obras complementarias en toda la Ciudad, que suman 83 kilómetros de infraestructura hidráulica desarrollada desde 2007, con una inversión total de 562 millones de dólares.

“Nosotros tomamos la decisión de acelerar las obras hídricas. Teníamos un plan de cuatro años y lo acortamos a dos teniendo en cuenta el cambio climático”, explicó Jorge Macri. En efecto, este reservorio no está pensado solo para contener agua: es parte de una red de infraestructura subterránea que incluye kilómetros de túneles por donde corren los desbordes que antes terminaban en calles y casas inundadas.

Mientras tanto, la Ciudad avanza con ramales secundarios en barrios clave como:

  • Elcano (Colegiales, Chacarita y Belgrano)

  • Argerich (Floresta, Villa del Parque y Santa Rita)

  • Martí II y Zuviría (Flores, Parque Avellaneda y Villa Lugano)

  • Zelarrayán y Dellepiane Norte (Villa Soldati y Villa Lugano)

  • Larralde y Ciudad de la Paz (Núñez, Saavedra y Coghlan)

“El Plan Hidráulico es un retén de agua, una superficie de tierra que excavamos. Cuando llueve mucho y los conductos ya no logran aguantar el agua, el reservorio la contiene a cielo abierto. Después se drena en forma controlada, y en días normales el espacio sigue siendo parte del parque, con canchas y zonas verdes”, detalló Macri.

Como periodista y vecino, ver esta obra en pleno funcionamiento me da la sensación de que, por una vez, estamos adelantándonos al problema y no apagando incendios. En una ciudad donde el clima ya no es lo que era, esta clase de decisiones técnicas y políticas marcan la diferencia entre una ciudad preparada y una ciudad inundada.

El reservorio del Parque Sarmiento no es solo un pozo en tierra: es una promesa de prevención, una apuesta por la resiliencia urbana. Cuando cada gota cuenta, planificar con visión es la forma más concreta de cuidar a los vecinos.