En un recorrido único en la víspera del Día Mundial del Agua, estudiantes del Colegio N° 12 D.E. 15 “Reconquista” navegaran por primera vez el Riachuelo, en una actividad organizada para sensibilizar sobre la importancia de este recurso vital y su impacto en la Ciudad.

El Riachuelo, ese río que a lo largo de los años ha sido protagonista de historias, canciones y hasta críticas sobre su estado de contaminación, recibió el sábado a un grupo de estudiantes que decidieron navegar sus aguas en un acto simbólico. Esta actividad se enmarca dentro de los programas Ciudadanía Global y Escuelas Verdes, y tiene como objetivo generar conciencia sobre la importancia del agua y el trabajo conjunto de la Ciudad con los Gobiernos Nacional y provincial para avanzar en el saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo. Para los estudiantes de 4.° y 5.° año del Colegio N° 12 D.E. 15 “Reconquista”, este recorrido no solo fue un acto de aprendizaje, sino también una experiencia única que los conectó con la realidad ambiental de la Ciudad.

Javier García Elorrio, de la Dirección General de Limpieza del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, fue quien lideró la navegación en el Riachuelo. Con la colaboración de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) y la Agencia de Protección Ambiental (APrA), la jornada ofreció una lección en vivo sobre el estado actual del río y las tareas en marcha para mitigar su contaminación. “Es fundamental que las nuevas generaciones se involucren en la preservación del agua, un recurso que define no solo nuestra calidad de vida, sino también el futuro de la biodiversidad en la Ciudad”, explicó García Elorrio.

Los estudiantes de la escuela “Reconquista” no solo se limitaron a observar el Riachuelo desde una distancia; se convirtieron en protagonistas de una jornada de aprendizaje activo sobre su cuidado y restauración. La navegación les permitió entender de primera mano la importancia del río para la Ciudad, al mismo tiempo que les ofreció un espacio para reflexionar sobre los desafíos ambientales que enfrenta la Cuenca. El Riachuelo, que en el pasado fue considerado una de las principales fuentes de contaminación en Buenos Aires, se ha transformado en un centro de atención para las autoridades, que trabajan junto con distintas organizaciones para su saneamiento.

“Este tipo de actividades no solo educa a los estudiantes, sino que también les permite ser partícipes de una causa común: el cuidado del agua y la restauración ecológica de un río que es vital para la vida de millones de porteños”, destacó Angélica Gómez Pizarro, Gerente Operativa de Educación para la Sustentabilidad, quien también estuvo presente en la jornada.

Los estudiantes no solo se dedicaron a observar el Riachuelo, sino que en la segunda parte de la jornada se trasladaron al Camino de Sirga, a orillas del río, donde plantaron 15 ejemplares de Fumo Bravo y Espinillo, dos especies autóctonas esenciales para la restauración ecológica de la Cuenca. Esta actividad no solo simboliza el compromiso de los jóvenes con el medio ambiente, sino también la importancia de la participación ciudadana en la conservación de la biodiversidad y la lucha contra la contaminación.

El apoyo de la Biblioteca del Agua (BDA), que el Ministerio de Educación y el Ministerio de Infraestructura de la Ciudad desarrollaron, se ha convertido en una herramienta educativa clave. En la jornada, las docentes recibieron ejemplares de esta biblioteca, que contiene recursos para fomentar el aprendizaje sobre el uso responsable del agua, sus beneficios para la vida en el planeta y la necesidad de su conservación. A través de esta iniciativa, los docentes pueden integrar estos temas en sus clases y sensibilizar a los estudiantes desde temprana edad.

Un compromiso de largo plazo

Esta actividad no es un hecho aislado, sino una de las muchas acciones que la Ciudad de Buenos Aires lleva a cabo para involucrar a la comunidad en la conservación y cuidado del agua. El trabajo articulado entre el Gobierno de la Ciudad y las organizaciones nacionales y provinciales ha sido clave para avanzar en el saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo, un proceso que lleva años pero que muestra señales de progreso. Según las autoridades, el río ha mejorado su calidad de agua en los últimos años, aunque aún quedan desafíos por enfrentar.

En este sentido, el trabajo conjunto entre la comunidad educativa, las autoridades y los ciudadanos es crucial. Las actividades como esta no solo educan, sino que también crean conciencia sobre el impacto directo de nuestras acciones diarias sobre el medio ambiente. Al involucrar a los más jóvenes en estas iniciativas, se fomenta una generación más responsable, capaz de entender la importancia del agua como recurso vital y la necesidad urgente de su cuidado.

El Riachuelo como ícono porteño

Es innegable que el Riachuelo forma parte del paisaje urbano de Buenos Aires, no solo por su cercanía con importantes barrios como La Boca, Barracas o San Telmo, sino también por su impacto cultural e histórico. A lo largo de los años, ha sido objeto de canciones populares, obras de arte e incluso de polémicas políticas y sociales. Sin embargo, hoy en día, el río también se está convirtiendo en un símbolo de esperanza, de un futuro en el que la lucha contra la contaminación y la restauración ecológica pueden convertirse en realidades tangibles.

La actividad del pasado fin de semana demuestra que, a pesar de las dificultades históricas que ha enfrentado el Riachuelo, es posible generar conciencia, educar a las nuevas generaciones y trabajar hacia un futuro más limpio y sostenible para todos. Este tipo de experiencias, que combinan la teoría con la práctica, son fundamentales para transformar el modo en que nos relacionamos con el agua y con el medio ambiente.

A través de la educación y la participación activa, los estudiantes del Colegio “Reconquista” no solo aprendieron sobre el Riachuelo, sino que se convirtieron en defensores del agua, entendiendo su papel fundamental para la vida. Este tipo de actividades representan un paso hacia una Ciudad más consciente y comprometida con la sustentabilidad, en la que cada acción cuenta para preservar los recursos naturales.