En el marco del “Mes Amarillo”, el Gobierno porteño presentó una herramienta clave para salvar vidas y acompañar a víctimas de siniestros de tránsito. La educación vial, una deuda que empieza a saldarse.

En plena campaña internacional “Mayo Mes Amarillo”, el Ministerio de Infraestructura y Movilidad junto al de Justicia relanzaron la “Guía Práctica de Actuación ante Siniestros Viales”, una herramienta vital para saber cómo actuar correctamente frente a un accidente de tránsito. El objetivo es claro: salvar vidas, reducir daños y brindar contención efectiva a víctimas y familias.

“Una guía como esta no solo organiza el caos del momento posterior al accidente, sino que también tiene un valor simbólico muy fuerte: es un compromiso del Estado con cada vida que circula en nuestras calles”, me dijo Ema Cibotti, referente de ACTIVVAS, mientras recorría con mirada crítica y esperanzada las páginas del nuevo material.

El relanzamiento de esta guía representa un paso firme en la construcción de una ciudadanía más empática, informada y preparada. Elaborada en conjunto por la Dirección General de Asistencia a la Víctima y la Dirección General de Seguridad Vial, la guía se construye sobre dos pilares: el abordaje interdisciplinario y la información clara.

Entre los aspectos más relevantes del documento se encuentran:

  • Protocolo PAS: acrónimo de Proteger, Avisar, Socorrer, establece el orden de las acciones inmediatas que deben seguirse en caso de presenciar o protagonizar un siniestro vial.

  • Recomendaciones prácticas: desde cómo comunicarse con el 911 hasta qué datos anotar en el lugar del hecho, pasando por consejos para actuar con seguridad sin entorpecer la labor de los servicios de emergencia.

  • Contención a víctimas y familiares: no solo se ofrece información jurídica, médica y emocional, sino también herramientas para mejorar la respuesta institucional y social ante estos hechos.

  • Participación de organizaciones civiles: el relanzamiento incluyó voces esenciales, como Viviam Perrone y Silvia Fredes (Madres del Dolor), Patricia Sánchez (Red de Familiares y Vecinos de Víctimas de Tránsito) y el matrimonio Schott, del Grupo JEN. Todos coincidieron en que el cambio cultural empieza por la educación, pero se consolida con acción concreta.

Estuve presente durante la presentación. No fue un acto frío ni institucional. Fue un encuentro cargado de emociones, donde cada testimonio, cada cifra compartida, cada hoja de la guía nos recordaba algo esencial: detrás de cada siniestro hay una vida, una historia, una familia atravesada por el dolor. Y también, una posibilidad de mejorar la respuesta colectiva para que ese dolor no sea en vano.

Los siniestros viales siguen siendo una de las principales causas de muerte evitable en nuestro país. En Argentina, mueren unas 14 personas por día por esta causa. Y sin embargo, muchas veces no sabemos cómo actuar ante un hecho así, o desconocemos los pasos legales y humanos que deben seguirse. Esta guía, entonces, llega no solo para informar, sino para generar conciencia y prevenir desde el conocimiento.

Yo mismo, mientras hojeaba el documento, pensé en cuántas veces pasé junto a un choque sin saber bien qué hacer. Esta guía viene a romper esa parálisis. Porque actuar bien, a tiempo, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Y eso, en una ciudad que se mueve al ritmo de sus calles, no es un dato menor. Es una necesidad urgente.