En un encuentro con pizzerías, casas de empanadas y comerciantes, la Agencia Gubernamental de Control presentó sus herramientas digitales para facilitar el cumplimiento normativo y estrechar lazos con el sector.

El martes 3 de junio, la AGC reunió a su equipo, representantes de la Asociación de Pizzerías y Casas de Empanadas y a comerciantes de la Ciudad de Buenos Aires para difundir y explicar el uso de las herramientas digitales que hoy permiten a los locales gastronómicos cumplir con la normativa de forma más ágil, clara y eficiente.

“El comercio que cumple no debe sentirse perseguido, sino acompañado. Para eso estamos: para brindar herramientas que simplifiquen la gestión y generen confianza”, destacaron desde la AGC durante la jornada. El mensaje fue claro: más tecnología, más cercanía y menos burocracia.

Como periodista de Retiroweb, estuve presente en este encuentro donde lo técnico se volvió humano: una mesa de trabajo, pero también de escucha activa. La sede de la reunión fue un espacio de diálogo franco entre la Agencia Gubernamental de Control (AGC), comerciantes y representantes de uno de los sectores más tradicionales y dinámicos del rubro gastronómico: las pizzerías y casas de empanadas.

La jornada tuvo como eje central la difusión de herramientas digitales desarrolladas por la AGC, diseñadas específicamente para que los comerciantes puedan cumplir con las normativas vigentes de forma más sencilla, sin demoras innecesarias ni interpretaciones confusas.

Entre las principales herramientas presentadas, se destacaron:

  • Plataformas digitales para la gestión de habilitaciones, inspecciones y notificaciones.

  • Sistemas de autogestión para que los propios comerciantes puedan verificar sus obligaciones y presentar documentación de manera remota.

  • Alertas automatizadas, que permiten anticipar vencimientos o requerimientos.

  • Capacitaciones online y presenciales para mejorar la comprensión de las normativas y procesos.

Estas innovaciones se inscriben en un modelo de gestión que la AGC viene desarrollando hace años: pasar de un enfoque puramente punitivo a uno más colaborativo, que acompañe al comerciante desde el primer paso. “Nuestro objetivo es que quien quiera trabajar de manera correcta tenga todas las herramientas a su alcance. No queremos que la norma sea un obstáculo, sino una guía”, sostuvo uno de los funcionarios presentes.

La participación de la Asociación de Pizzerías y Casas de Empanadas no fue menor. Su presencia no solo representó a cientos de locales de barrio, sino también a miles de trabajadores que dependen de que la formalidad no sea una carga, sino una ventaja competitiva.

También hubo espacio para el ida y vuelta: los comerciantes plantearon dudas, compartieron experiencias y destacaron que aún existen aspectos a mejorar, como la integración total de sistemas y la necesidad de adaptar la normativa a los desafíos reales del rubro.

Como cronista, valoro este tipo de instancias en las que el Estado no baja línea, sino que se sienta a escuchar y ajustar su propio funcionamiento. La presencia de comerciantes en estos espacios es vital, porque son ellos quienes pueden decir, con voz propia, qué funciona y qué no.

Desde Retiroweb, celebro este puente que se tiende entre quienes hacen las leyes y quienes las viven todos los días. Cuando el cumplimiento normativo deja de ser un laberinto y se convierte en una herramienta para crecer, ganamos todos. Y lo mejor: no hace falta más que una mesa, voluntad y ganas de mejorar.