Retiroweb recorrió el inicio de las obras que renovarán 16 cuadras de La Boca, un proyecto pensado junto a los vecinos para garantizar accesibilidad real, mejorar la convivencia urbana y conectar mejor uno de los barrios más emblemáticos de la Ciudad.

La Ciudad decidió transformar 16 cuadras para que caminar deje de ser un desafío y pase a ser un derecho accesible para todos, especialmente para quienes más lo necesitan. 🌆✨

Mientras conversaba con los equipos del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, una frase me quedó grabada: “Una vereda bien hecha también es una política social”. Y la iniciativa lo demuestra: nació del trabajo conjunto con los propios vecinos, quienes aportaron ideas, reclamos y detalles que hoy se traducen en obras concretas y visibles.

El plan “Caminabilidad La Boca” busca mejorar la accesibilidad universal, la calidad del tránsito peatonal y la seguridad a través de intervenciones integrales que transformarán por completo tres ejes clave del barrio. Antes de estas obras, los desniveles, las veredas angostas y la presencia de rejillas elevadas se convertían en una barrera cotidiana para todos, pero sobre todo para personas mayores, familias con cochecitos y vecinos con movilidad reducida. ♿🚶

Las calles donde se concentrará la intervención son:

  • Irala, desde Av. Martín García hasta Brandsen — 9 cuadras.

  • Brandsen, desde Av. Regimiento de Patricios hasta Poliza — 4 cuadras.

  • Aráoz de Lamadrid, desde Irala hasta Caminito — 3 cuadras.

¿Qué cambios concretos se están realizando?

  • Ensanche de veredas para mayor movilidad.

  • Eliminación de desniveles peligrosos.

  • Colocación de rampas nuevas en cada cruce.

  • Instalación de luminarias LED más potentes y seguras.

  • Nuevas superficies absorbentes para mejorar el drenaje.

  • Optimización del sistema pluvial para evitar anegamientos.

Desde Retiroweb pude ver cómo estas obras no solo ponen en valor el espacio público, sino que también crean una conexión más fluida entre Martín García, Brandsen y Caminito, tres puntos estratégicos tanto para el turismo como para la vida cotidiana de los vecinos. La participación ciudadana —algo que muchas veces se menciona pero pocas se practica— acá fue clave: cada tramo del proyecto nació escuchando las necesidades reales del barrio.

Un técnico del Ministerio me resumió la esencia con claridad: “Queremos que La Boca sea un lugar donde cualquiera pueda caminar sin miedo, sin obstáculos y sin resignarse a tomar un desvío”. Una frase simple, pero poderosa.