Con foco en la prevención, el control y la higiene urbana, el Gobierno porteño impulsa un operativo constante en calles, plazas y edificios públicos para reducir la presencia de roedores e insectos.

Las plagas urbanas ya no son una problemática estacional. Por eso, desde Retiroweb contamos cómo el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad lleva adelante un Plan Integral de Control de Plagas durante todo el año, reforzado en verano, que incluye desinfección, desratización y desinsectación en la vía pública, espacios verdes y edificios gubernamentales.

“Combatir las plagas requiere constancia, planificación y el compromiso de todos los actores. No solo del Estado, sino también de cada vecino y vecina”, aseguran desde el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, en diálogo con Retiroweb, al explicar la importancia del programa que ya alcanza todos los barrios porteños.

En Buenos Aires, como en tantas otras ciudades del mundo, el aumento de roedores, cucarachas y otros insectos representa un riesgo sanitario que no puede tomarse a la ligera. Desde nuestra redacción, seguimos de cerca este tema porque entendemos que cuidar el espacio público también implica prevenir la proliferación de estas especies que afectan la calidad de vida en la ciudad.

El Plan Integral de Control de Plagas implementado por el Ministerio consta de tres etapas bien definidas y complementarias:

  • Diagnóstico previo: Se realiza una inspección minuciosa del lugar a tratar, para detectar la presencia o potencial presencia de plagas.

  • Medidas preventivas: Se aplican acciones que bloquean el ingreso y anidamiento de roedores e insectos. Esto incluye sellado de aberturas, retiro de residuos y adecuación de espacios.

  • Control químico: La aplicación de productos autorizados por la ANMAT, cuidadosamente ubicados fuera del alcance de niños y mascotas, garantiza la efectividad del proceso sin comprometer la seguridad.

Este plan no es algo eventual ni improvisado. Se lleva adelante durante todo el año, con intensificación especial en los meses de calor, donde la presencia de plagas tiende a aumentar por causas naturales:

  • Las altas temperaturas aceleran la descomposición de residuos.

  • El calor facilita la reproducción de insectos.

  • Los roedores encuentran más alimentos disponibles en la vía pública.

Por eso, desde el Gobierno de la Ciudad también se promueve una campaña de concientización ciudadana con medidas concretas que debemos seguir todos:

  • Sacar la basura en el horario correcto: de 19 a 21 horas, de domingo a viernes.

  • Depositar los residuos en bolsas bien cerradas.

  • Usar los contenedores negros o grises más cercanos.

  • Evitar dejar basura suelta en la vía pública.

Estas simples acciones cotidianas ayudan a reducir significativamente la cantidad de residuos expuestos, lo que a su vez disminuye la presencia de ratas, cucarachas y otros insectos no deseados.

La iniciativa también alcanza todos los edificios públicos de la ciudad: desde museos, centros culturales, bibliotecas y teatros, hasta cementerios y oficinas administrativas. Así se garantiza que los espacios que utilizamos para la cultura, el trabajo y el esparcimiento estén cuidados, higienizados y libres de riesgos sanitarios.

Como cronista de Retiroweb, pude recorrer algunas de las zonas donde se aplicaron los tratamientos y hablar con trabajadores del operativo. “Lo hacemos con compromiso y precisión. No es una tarea que se vea siempre, pero es vital para la ciudad”, me dijo Marcelo, uno de los operarios a cargo de la aplicación de productos en plazas del microcentro.

La lucha contra las plagas no es una tarea que se resuelva con una sola medida ni en un solo momento del año. Implica una planificación constante, herramientas adecuadas, tecnología actualizada y, sobre todo, compromiso de cada uno de nosotros.

Desde Retiroweb, celebramos este tipo de políticas públicas que piensan en el bienestar colectivo. Porque vivir en una ciudad limpia, saludable y ordenada también depende de cómo la cuidamos día a día. Y eso empieza por casa, sí, pero también se construye en las calles que compartimos.