Comenzó un ciclo de capacitaciones en escuelas secundarias porteñas para promover el derecho de acceso a la información pública entre jóvenes. Una iniciativa que busca formar estudiantes más críticos, informados y comprometidos con su entorno.

La escuela también es un espacio donde se aprende a ser ciudadano. En ese marco, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires lanzó un ciclo de encuentros en escuelas secundarias para conversar con estudiantes sobre el derecho de acceso a la información pública. En las primeras jornadas, realizadas en la Escuela de Danza Aida V. Mastrazzi (San Nicolás) y en la Escuela Sofía E. B. de Spangenberg (Palermo), se abordaron conceptos clave para que chicas y chicos comprendan que informarse no es solo un acto pasivo, sino una herramienta concreta para ejercer otros derechos.

“Queremos que las y los jóvenes entiendan que el acceso a la información pública no es un privilegio, sino un derecho que tienen desde el primer día en que pisan una institución del Estado. Saber es poder, y ese poder puede —y debe— usarse para construir una ciudadanía más activa”, dijo Victoria Roldán Méndez, Titular del Órgano Garante del Derecho de Acceso a la Información del Poder Legislativo porteño, durante su participación en la jornada.

En tiempos donde la información circula sin freno pero muchas veces sin rumbo, enseñar a las juventudes a buscar, entender y usar datos confiables es más que una acción educativa: es un acto político en el mejor sentido. Con ese espíritu, comenzó este ciclo de capacitaciones que, a lo largo de septiembre, llegará a más de 700 estudiantes en distintas escuelas de la Ciudad de Buenos Aires.

En las primeras experiencias se trabajó sobre:

  • Qué es el derecho de acceso a la información pública.

  • Cómo ejercerlo en la práctica y qué herramientas ofrece.

  • Por qué es clave para la vida cotidiana de los adolescentes.

  • Cómo se relaciona con otros derechos, como la salud, la educación y la participación ciudadana.

La primera jornada contó con la participación de la Dirección General de Gobierno Abierto y Acceso a la Información del GCBA, autoridad de aplicación de la Ley 104, junto a la Lotería de la Ciudad de Buenos Aires, que abordó un módulo específico sobre ludopatía. Fue un momento potente: no solo se visibilizó una problemática sensible para muchas familias, sino que se debatió sobre cómo la transparencia estatal puede aportar a la prevención y a la toma de decisiones informadas en temas que tocan de cerca a las juventudes.

En la segunda capacitación, en la Escuela Spangenberg, el foco estuvo puesto en la relación entre la información pública y la vida diaria. Victoria Roldán Méndez lideró el módulo central, remarcando que la información que produce el Estado —desde estadísticas hasta presupuestos— es un bien común que debe estar al alcance de todas y todos. “No es solo un derecho para periodistas o abogados. Es un derecho de ustedes, que están terminando el colegio y quieren entender cómo funciona el mundo que los rodea”, afirmó ante un auditorio atento.

Además, el Banco Ciudad ofreció un módulo de educación financiera, orientado a brindar herramientas prácticas sobre manejo del dinero, banca digital, ahorro e inversiones. Se trató de una propuesta concreta para que las y los adolescentes puedan pensar con mayor autonomía en su futuro económico, articulando la información con el desarrollo de habilidades prácticas.

Esta iniciativa busca instalar un hábito ciudadano: pedir, buscar, leer y comprender información pública para transformarla en acción. Porque saber, como bien se dijo durante el encuentro, no es simplemente tener datos: es entender para decidir mejor.

Como periodista —pero también como alguien que pasó por esas aulas no hace tanto—, ver a estudiantes dialogando sobre derechos, políticas públicas y futuro me llenó de esperanza. Si el acceso a la información es poder, entonces estas capacitaciones están sembrando una generación que sabrá usarlo con inteligencia y compromiso.