Con chips de rastreo, acelerómetros y control de identidad, la Policía de la Ciudad renueva su equipamiento con chalecos balísticos de última generación. El objetivo: mejorar la seguridad de los agentes y reforzar la respuesta en las calles.
La Policía de la Ciudad incorporó 877 nuevos chalecos antibalas con tecnología de rastreo en tiempo real, diseñados para aumentar la seguridad de los efectivos y optimizar su capacidad operativa. Equipados con chips inteligentes y sensores de movimiento, representan un salto cualitativo en el modelo de seguridad porteño.
“Asumimos el compromiso de ordenar la Ciudad y reforzar la seguridad con más tecnología y equipamiento, porque el orden y la seguridad son indispensables para que haya progreso y los ciudadanos vivan libremente. Nuestra prioridad es cuidar a todos los vecinos”, expresó el jefe de Gobierno Jorge Macri, acompañado por el ministro de Seguridad, Horacio Giménez, durante la presentación oficial.
Como periodista de Retiroweb, tuve la oportunidad de participar en la presentación de los nuevos chalecos de protección balística Delta Stop III, recientemente entregados a la última promoción de oficiales de la Policía de la Ciudad. Lo que vi y escuché en el acto fue claro: el compromiso con la innovación tecnológica ya no es una promesa futura, sino una realidad tangible que se empieza a notar en las calles.
Los flamantes chalecos no son simplemente un refuerzo físico frente a amenazas. Están pensados como dispositivos pasivos de monitoreo con una lógica integral de control, prevención y respuesta. Incorporan un chip electrónico con tecnología Bluetooth Low Energy (BLE) que permite:
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Geolocalizar al agente en tiempo real, vinculado al celular oficial mediante un sistema TAG inteligente.
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Detectar movimientos bruscos mediante acelerómetros que pueden alertar sobre situaciones de riesgo o agresión.
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Registrar el historial de uso del chaleco, identificando qué oficial lo utilizó, por cuánto tiempo y en qué turnos.
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Restringir el uso no autorizado, mediante validación de identidad.
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Enviar alertas de mantenimiento, permitiendo una gestión eficiente del estado del equipamiento.
Lo más notable es que esta tecnología ya está en funcionamiento. Durante el evento, se confirmó que 877 unidades fueron entregadas a la 13ª promoción de oficiales egresada el pasado 3 de julio. Pero eso es solo el comienzo: el plan contempla la incorporación de 7.000 chalecos adicionales, tanto para reemplazos como para nuevas incorporaciones.
En palabras del ministro Horacio Giménez: “Seguimos incorporando tecnología aplicada a la seguridad porque la prioridad es dotar de los mejores elementos a nuestros policías. Estos chalecos son más livianos, modernos y seguros, y ya los están usando los efectivos más recientes en las calles”.
Mientras recorría el predio donde se realizó la presentación, me crucé con varios de los jóvenes oficiales que recién comienzan su carrera. Uno de ellos, Alejandro, me dijo: “Saber que nos están cuidando con este tipo de tecnología, que alguien sabe dónde estamos si pasa algo, nos da mucha más confianza para salir a patrullar”.
Desde el punto de vista operativo, los chalecos se integran a otras plataformas digitales de la Ciudad, como el sistema 911, lo que mejora la coordinación y la respuesta ante emergencias. En caso de un evento crítico, como una caída, un forcejeo o una agresión, el acelerómetro del chaleco puede disparar una alerta automática que permite actuar con rapidez.
Además, la tecnología aplicada a estos chalecos garantiza trazabilidad total. Esto no solo mejora la logística, sino que también establece un estándar de transparencia sobre el uso del equipamiento, lo que resulta clave en una fuerza moderna y profesional.
Estos chalecos están preparados para resistir impactos de proyectiles de calibre 9 mm y .44 Magnum, además de ataques cortopunzantes. En otras palabras, ofrecen un nivel de protección de alto estándar internacional. Pero lo más innovador es la combinación de resistencia física con conectividad tecnológica, lo que los convierte en una herramienta doblemente efectiva.
La incorporación de estos chalecos se da en el marco de una política más amplia de modernización que incluye:
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La entrega de armas de baja letalidad.
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La distribución de teléfonos POC (Push to Talk over Cellular) para mejorar las comunicaciones.
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Una red creciente de motos, cuatriciclos y nuevos patrulleros.
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Más infraestructura para comisarías y centros de comando.
Todo este conjunto busca consolidar un modelo de seguridad preventivo, inteligente y eficaz, donde el uso de la tecnología esté al servicio de quienes cuidan a los vecinos de la Ciudad.
Durante la presentación, también se destacó que Buenos Aires se ubica entre las jurisdicciones con mayor despliegue de soluciones tecnológicas en seguridad de América Latina. “Nuestro modelo se basa en el profesionalismo, la transparencia y el uso estratégico de la tecnología”, insistió Giménez.
Como cronista, me llamó la atención cómo este nuevo enfoque no solo busca responder a la violencia con equipamiento, sino también anticiparse a los problemas. Un chaleco que avisa si alguien cae o deja de moverse no es solo protección: es información en tiempo real para tomar decisiones más rápidas, más humanas y más efectivas.
Desde Retiroweb celebramos este paso hacia una seguridad más moderna y eficiente. Los nuevos chalecos no solo cuidan a quienes nos cuidan, también son un símbolo del compromiso de la Ciudad con el orden, la prevención y la innovación responsable. Porque en tiempos complejos, proteger a quienes patrullan nuestras calles es también proteger el futuro.