Hace unos años, pedir una ensalada o un bowl de vegetales en plena Ciudad de Buenos Aires era casi una rareza. Hoy, sin embargo, las calles de Retiro, Palermo o Belgrano están llenas de locales que ofrecen comidas saludables, coloridas y sabrosas 🍅🥑. En Retiroweb salimos a recorrer este fenómeno que está revolucionando los hábitos urbanos y comprobamos que cada vez más personas eligen cuidarse sin renunciar al placer de comer bien.
“Ya no se trata solo de contar calorías, sino de entender qué estamos comiendo. Hoy la gente busca alimentos reales, frescos y con historia”, me dijo Camila Pérez, nutricionista y creadora de un emprendimiento de viandas saludables que creció un 60% este año.
Las estadísticas lo confirman: según datos del Ministerio de Salud porteño, 6 de cada 10 jóvenes entre 20 y 35 años afirman que redujeron el consumo de harinas refinadas y ultraprocesados en los últimos dos años.
El auge de esta tendencia también se refleja en la oferta gastronómica:
-
🌮 Restaurantes y cafés “plant-based” multiplicaron su presencia en zonas como Retiro, Palermo y Villa Crespo.
-
🥗 Las apps de delivery registran un incremento del 45% en pedidos de platos saludables durante 2025.
-
🥤 Los jugos naturales y smoothies energéticos reemplazan cada vez más al clásico café de la mañana.
-
🥑 Tiendas orgánicas y ferias de productos agroecológicos son el nuevo paseo de fin de semana para muchos porteños.
“Cuando entendemos que comer bien no es aburrido, todo cambia”, me comentó entre risas Marcos, dueño de un local de pokes en Retiro que se volvió viral en redes. “Acá la gente come color, energía y sabor. No hay culpa, hay disfrute”.
Lo que aprendí en este recorrido 🍎
Después de visitar varios espacios y charlar con cocineros, productores y clientes, entendí que el movimiento “healthy” no es solo una moda de Instagram: es una reconexión con la naturaleza, el cuerpo y el entorno.
Además, hay un fuerte componente social detrás. Muchos de estos emprendimientos trabajan con productores locales, fomentan el consumo responsable y reducen el desperdicio alimentario. Por ejemplo:
-
🌾 Cooperativas del conurbano abastecen de verduras agroecológicas a restaurantes del microcentro.
-
♻️ Algunos locales aplican políticas de “cero plástico”, usando envases compostables o retornables.
-
👩🍳 Se multiplican los talleres de cocina saludable en barrios y clubes, donde los vecinos aprenden recetas simples y nutritivas.
En mi caso, luego de probar varios de estos platos, puedo asegurar que la comida sana dejó de ser sinónimo de insípida o aburrida. Probé un curry de vegetales con arroz integral y coco que me sorprendió tanto por su sabor como por su liviandad. Comer saludable, entendí, no se trata de privarse, sino de elegir conscientemente.
Un cambio que empieza en el plato 🍽️
El desafío, claro, es sostener este hábito más allá de las modas. Las expertas coinciden en que la educación alimentaria es clave. “Si queremos un futuro con menos enfermedades y más bienestar, debemos enseñar a comer desde la infancia”, explicó Camila, la nutricionista con la que hablé al comienzo.
Y no puedo dejar de pensar que este cambio también tiene algo de cultural: pasamos del “comé rápido y seguí” al “disfrutá lo que te nutre”. Buenos Aires, con su mezcla de innovación y tradición, está encontrando un equilibrio delicioso entre sabor y salud.