🌙 Más de 1.200.000 personas coparon las calles porteñas para vivir la fiesta cultural más esperada del año, que transformó la Ciudad en un gran escenario artístico lleno de creatividad y emoción.
Anoche Buenos Aires volvió a brillar, y yo tuve la suerte de estar ahí, entre la multitud, sintiendo esa energía única que sólo se vive una vez al año. La Noche de los Museos alcanzó un nuevo récord de público: más de 1.200.000 personas disfrutaron de 300 espacios culturales que abrieron sus puertas desde las 19 hasta las 2 de la madrugada, en una celebración que ya es parte del ADN porteño. 🎭
“La Noche de los Museos es la fiesta más grande de la cultura en nuestra Ciudad, una noche única”, dijo Jorge Macri durante la inauguración en el Centro Cultural Recoleta.
Con esa frase, el Jefe de Gobierno, acompañado por María Belén Ludueña, Gabriel Sánchez Zinny y la ministra de Cultura Gabriela Ricardes, dio inicio a la 21ª edición de este clásico que cada año invita a miles de vecinos y turistas a vivir una experiencia cultural diferente. Y la apertura no pudo ser más impactante: en la terraza del Centro Cultural Recoleta, la artista Marta Minujín presentó su nueva obra efímera, La Torre de Pisa de espaguetis, una instalación monumental que combinó humor, arte pop y participación ciudadana 🍝💫.
📸 Así se vivió la gran noche cultural de Buenos Aires
Desde que comenzó el recorrido, el espíritu de la Ciudad se encendió. Las calles estaban llenas de familias, jóvenes y turistas que se movían de museo en museo, en subte, bici o a pie, aprovechando los transportes gratuitos que acompañaron la jornada. Lo que más me llamó la atención fue cómo cada espacio ofrecía algo diferente, pero todos compartían una misma vibra: ganas de disfrutar, aprender y celebrar el arte.
🔹 Más de 300 espacios entre museos, centros culturales, bibliotecas, universidades y edificios históricos participaron.
🔹 1.200.000 visitantes recorrieron la Ciudad hasta la madrugada.
🔹 Talleres, shows, intervenciones en vivo, visitas guiadas y experiencias interactivas coparon los barrios.
🔹 20.000 paquetes de fideos formaron parte de la obra de Minujín, que el público se llevó como recuerdo de una experiencia irrepetible.
“El arte efímero no se borra, porque justamente es el que mejor se recuerda. Mis obras viven en la memoria”. Y tenía razón. Ver a las familias sonriendo con los paquetes de tallarines en la mano fue un momento mágico, de esos que quedan grabados para siempre.
En los distintos puntos de la Ciudad, la programación fue tan diversa como fascinante. En el Museo de Arte Moderno, hubo un taller sobre arte sustentable; en el Museo del Cine, se proyectaron cortos experimentales; y en el Museo de Ciencias Naturales, los más chicos participaron de juegos interactivos con realidad aumentada. En cada esquina, un artista callejero, una banda o un grupo de danza le ponían ritmo a la noche. 🎶✨
Lo que más me conmovió fue ver cómo el arte unía generaciones. Vi a una abuela enseñándole a su nieto cómo leer una obra abstracta, a adolescentes fotografiando esculturas para subirlas a redes, a turistas descubriendo el alma porteña a través de su cultura. Esa mezcla, ese caos colorido, esa pasión compartida… eso es Buenos Aires. 💙
🎭 Un cierre que deja huella
Desde Retiroweb, puedo decir con certeza que La Noche de los Museos ya no es solo un evento: es una tradición que refleja quiénes somos como ciudad. Una Buenos Aires abierta, curiosa, participativa y profundamente cultural.