Después de casi dos décadas sin intervenciones profundas, el Patio Andaluz del Rosedal de Palermo recuperó su esplendor. La Ciudad completó una obra de restauración que devuelve la vida a este rincón histórico construido hace 96 años con materiales traídos desde España.
“Buenos Aires es un museo a cielo abierto y el Patio Andaluz es una parte histórica de nuestro patrimonio. Cada fuente, banco o cúpula nos recuerda quiénes fuimos y quiénes queremos ser”, afirmó el jefe de Gobierno Jorge Macri, durante la inauguración de los trabajos. Su frase sintetiza lo que muchos sentimos al recorrer este jardín de aire sevillano que, casi un siglo después, sigue siendo uno de los rincones más encantadores de la Ciudad.
Una joya patrimonial restaurada 🏛️
El Patio Andaluz, construido en 1929, fue un regalo de la ciudad de Sevilla a Buenos Aires. Desde entonces, se convirtió en un símbolo de la amistad entre ambas urbes. Sus azulejos sevillanos, traídos en barco, retratan escenas del Don Quijote de la Mancha y episodios de la vida española clásica. En el centro del patio, una fuente principal conserva la inscripción original:
“A la caballerosa y opulenta Ciudad de Buenos Aires en testimonio de comunicación espiritual.”
La obra de restauración demandó ocho meses de trabajo y una inversión de $643 millones, según informó el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana. Participaron especialistas en restauración, arquitectos patrimoniales y conservadores que devolvieron el brillo original a los azulejos, bancos, balaustradas y la fuente principal.
Durante la reapertura, Jorge Macri estuvo acompañado por el ministro Ignacio Baistrocchi y el embajador de España en Argentina, Joaquín María Arístegui Laborde, quienes destacaron el valor histórico y cultural del espacio.
Rosas, arte y memoria 🌸
El Patio Andaluz se encuentra en el corazón del Parque 3 de Febrero, dentro del Rosedal de Palermo, uno de los lugares más visitados de la Ciudad. Son casi cuatro hectáreas donde florecen 8 mil rosas de 93 especies diferentes, que en esta época del año están en su máximo esplendor.
Recorrerlo es una experiencia sensorial: los colores, los aromas y los reflejos del lago invitan a detenerse y disfrutar. A pocos pasos, el famoso puente blanco —uno de los íconos fotográficos de Buenos Aires— completa un paisaje que parece detenido en el tiempo.
“Nosotros tenemos un compromiso grande con recuperar y cuidar nuestro patrimonio, como la Casa de la Cultura que reabrimos hace poco”, agregó Macri. “Podemos no ser dueños de un departamento o de un auto, pero hay algo que nos pertenece a todos: este patrimonio público único que debemos proteger”.
El “hospital de las estatuas” también se renueva 🏗️
Muy cerca del Rosedal, avanza otro proyecto clave: la restauración y ampliación del Taller de Monumentos y Obras de Arte (MOA), conocido popularmente como el hospital de las estatuas. Allí se recuperan las esculturas y monumentos que embellecen el espacio público porteño, y pronto abrirá sus puertas al público.
Esta iniciativa forma parte de una política más amplia de conservación del patrimonio histórico, que incluye la puesta en valor de edificios emblemáticos como la Casa de la Cultura y la restauración de fuentes, esculturas y plazas que forman parte del paisaje urbano.
Un paseo por la historia viva de la Ciudad 🌆
No se trata solo de restaurar un espacio: es devolverle a los vecinos y turistas una parte del alma de Buenos Aires. Cada ladrillo cuenta una historia, y cada flor que brota en el Rosedal es una prueba de que el patrimonio también puede florecer si se lo cuida con pasión.
El Patio Andaluz volvió a brillar como el primer día, y eso nos recuerda algo esencial: la belleza pública también es identidad. Buenos Aires se reafirma como una ciudad que protege su pasado para proyectar su futuro. Y mientras el sol cae sobre el Rosedal, entre el perfume de las rosas y los reflejos del agua, uno entiende por qué —como dice Macri—, esta sigue siendo “la ciudad más linda del mundo”.