Buenos Aires avanza con un plan ambicioso para promover la movilidad sustentable: instalará 400 puestos de carga para autos eléctricos en dos años, en alianza con el sector privado.

El tránsito urbano está por cambiar para siempre. El Gobierno porteño anunció que, en los próximos dos años, se instalarán 400 estaciones de carga para autos eléctricos en distintos puntos de la Ciudad, tanto en espacios públicos como en garajes y estaciones de servicio. Con esta medida, Buenos Aires busca posicionarse como una de las capitales latinoamericanas líderes en electromovilidad.

“Queremos ser referentes en infraestructura de carga eléctrica y acompañar el desarrollo de esta industria sin emisiones contaminantes”, dijo el Jefe de Gobierno, Jorge Macri, durante la presentación oficial del programa Electromovilidad Porteña. Lo acompañaron el jefe de Gabinete, Gabriel Sánchez Zinny, y el ministro de Movilidad e Infraestructura, Pablo Bereciartua.

🔋 ¿Qué implica este plan y cómo se implementará?

Como periodista y vecino, no me resulta ajeno el debate sobre sustentabilidad. Por eso me acerqué a la presentación para entender bien de qué se trata este paso hacia una ciudad más limpia y moderna. Lo que me encontré fue un programa concreto, con plazos definidos y una estrategia clara de implementación.

Esto es lo que se sabe hasta ahora:

  • 400 puntos de carga en total: 200 se instalarán en espacios públicos y 200 en espacios privados de acceso público.

  • Ubicaciones públicas: se colocarán cargadores sobre veredas de parques y plazas no emblemáticas, frente a edificios del Gobierno porteño y locales comerciales, siempre en zonas con estacionamiento permitido las 24 horas.

  • Ubicaciones privadas: estaciones de servicio, garajes comerciales y centros de compras podrán sumar cargadores de baja o alta potencia.

  • Inversión privada, gestión estatal: la inversión, instalación y mantenimiento estarán a cargo de empresas privadas, mientras que la Ciudad se ocupará de los permisos, la normativa técnica y el orden urbano.

  • Tecnología accesible: todos los cargadores deberán estar conectados a una app que permita consultar en tiempo real su disponibilidad.

  • Tipos de carga: en espacios privados, podrán colocarse equipos desde 7 kW (carga lenta), mientras que en la vía pública se exigirán cargadores a partir de 22 kW (semi rápidos), tanto en corriente alterna como continua.

Este enfoque mixto —público-privado— permite acelerar los tiempos sin depender exclusivamente del presupuesto estatal, algo clave en un contexto económico desafiante.

El ministro Pablo Bereciartua destacó que la normativa busca “ordenar y facilitar el crecimiento de una red de carga que sea confiable, escalable y compatible con estándares internacionales”.

🔌 Por qué esto importa más de lo que parece

En un país donde el parque automotor eléctrico aún es reducido, puede parecer exagerado hablar de 400 cargadores. Pero este tipo de infraestructura es, justamente, lo que puede acelerar la transición. Sin estaciones accesibles, no habrá usuarios. Y sin usuarios, no habrá industria.

Además, estamos hablando de un sector que ya mueve miles de millones de dólares en el mundo, genera empleos verdes y reduce notablemente las emisiones contaminantes. Según datos de la Agencia Internacional de Energía, se estima que para 2030 habrá más de 125 millones de vehículos eléctricos en circulación. Buenos Aires no puede quedarse atrás.

🌍 El futuro necesita enchufes

Mientras volvía caminando desde Retiro, pensé en todo lo que implica esta decisión: menos ruido, menos humo, más eficiencia, más oportunidades para innovar. No es solo una política de movilidad, es una apuesta a una ciudad distinta. Y, en lo personal, me entusiasma ver cómo Buenos Aires se anima a enchufarse al futuro.