Durante todo el verano, la Ciudad de Buenos Aires sigue ofreciendo atención veterinaria gratuita con operativos móviles y centros fijos, promoviendo el cuidado responsable de perros y gatos en los 15 barrios porteños.
Mientras muchos descansan, el equipo veterinario del Gobierno porteño redobla esfuerzos: castraciones y vacunación antirrábica gratuitas siguen activas, con ocho móviles y dos centros fijos recorriendo comunas para cuidar la salud animal y fortalecer la convivencia responsable en el espacio público.
“El bienestar de perros y gatos no se detiene con el calor. Nuestro equipo sigue trabajando de manera ininterrumpida para que cada vecino pueda acceder a estos servicios, sin importar en qué barrio viva”, me contó una de las veterinarias del operativo en Costanera Sur, mientras recibía a los primeros pacientes del día.
El acceso gratuito a la salud animal es clave para mejorar la vida en la Ciudad. Por eso me acerqué a uno de los operativos móviles, donde el ritmo no afloja ni con 35 grados de sensación térmica. Desde la Dirección General de Sanidad y Cuidado Responsable de Caninos y Felinos Domésticos confirmaron que la actividad continúa todo el verano, priorizando el bienestar animal y la salud pública.
El servicio, que ya es una referencia en la Ciudad, incluye:
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Vacunación antirrábica gratuita: sin turno previo, abierta a perros y gatos mayores de tres meses.
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Castraciones sin costo: con turno online previo, para animales desde los seis meses de edad.
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Presencia territorial: ocho móviles recorren las 15 comunas semanalmente y dos centros fijos (Parque Indoamericano y Costanera Sur) ofrecen atención continua.
Los viernes a las 10 de la mañana se abren los turnos para castración en la web oficial. El proceso es simple: el vecino se registra con su cuenta miBA, completa los datos del animal y elige día y lugar. Una vez confirmado el turno, recibe un correo con toda la información necesaria para el día de la cirugía.
Los requisitos para castrar a tu mascota son:
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Tener más de 6 meses de edad y buena salud general.
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Acudir al turno con 12 horas de ayuno de alimento y 8 horas sin líquidos.
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Perros con collar, correa y bozal; gatos en transportadora.
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Llevar una manta para envolver al animal luego de la cirugía.
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La persona responsable debe ser mayor de 18 años y permanecer durante todo el procedimiento.
“Trabajamos para que nadie quede afuera. Nuestra misión es que cada porteño pueda cuidar a su animal con las mismas oportunidades”, me repitieron varios voluntarios. Y no es una frase vacía: la vacunación antirrábica es obligatoria y esencial para prevenir enfermedades zoonóticas. Que sea accesible y cercana marca la diferencia.
Además de los servicios médicos, cada operativo se convierte en un espacio de diálogo con los vecinos. Se explican cuidados postoperatorios, se entregan folletos sobre tenencia responsable y se invita a continuar la atención en clínicas veterinarias públicas o privadas. Se trata de promover un vínculo respetuoso con los animales, que va más allá del momento del pinchazo o la cirugía.
En un contexto donde no todos pueden pagar atención veterinaria privada, estas acciones se vuelven fundamentales. En la recorrida vi a jóvenes con sus primeros cachorros, adultos mayores con gatos que son su única compañía, familias que aprovecharon el operativo para vacunar a más de una mascota. Todos agradecidos, todos aliviados.
Cerrar la brecha entre el amor por los animales y el acceso a su cuidado es también construir una Ciudad más justa. Y como testigo de estas jornadas, puedo decirlo con convicción: cuando el Estado se acerca así, el cariño por nuestras mascotas se transforma en compromiso colectivo.