El Gobierno porteño lanzó un programa pionero que permitirá a egresados de tecnicaturas acceder a carreras universitarias sin empezar de cero, con reconocimiento de materias y apoyo económico. Educación inclusiva, con calidad y rumbo profesional.

En Buenos Aires, la educación técnica ya no será un callejón sin salida. Con el lanzamiento de Licenciate BA, el Gobierno de la Ciudad abre un nuevo horizonte para miles de estudiantes que, tras egresar de tecnicaturas superiores, podrán continuar sus estudios universitarios sin volver a empezar desde cero. Una apuesta clara a la inclusión educativa, la profesionalización y el desarrollo personal.

“Lo que hoy firmamos no es solo un convenio, es un compromiso con el futuro. Queremos que cada estudiante sepa que su esfuerzo vale, que no está solo y que su título técnico puede ser apenas el comienzo”, afirmó el jefe de Gabinete porteño, Gabriel Sánchez Zinny, al encabezar la presentación del programa.

En el acto de firma del convenio que dio inicio a Licenciate BA, y más allá de las formalidades, se percibía en el ambiente una emoción genuina. Funcionarios, rectores, docentes y estudiantes compartían un mismo entusiasmo: por fin, un programa que reconoce trayectorias, que premia el esfuerzo y que abre puertas reales.

Este nuevo programa fue impulsado por el Ministerio de Educación de la Ciudad, conducido por Mercedes Miguel, y cuenta con el respaldo de más de doce universidades que se comprometieron a implementar pasarelas educativas. ¿Qué significa esto? Que los estudiantes egresados de las 40 tecnicaturas de los Institutos de Formación Técnica Superior (IFTS) de la Ciudad no tendrán que comenzar de cero una carrera de grado. En cambio, podrán revalidar materias y avanzar en sus estudios universitarios con una carga más liviana y con tiempos más eficientes.

Licenciate BA viene a cubrir una deuda del sistema educativo: la falta de articulación entre la educación técnica y la universitaria. Era común escuchar que los egresados de tecnicaturas se sentían estancados, sin posibilidades de seguir creciendo académicamente sin duplicar años de estudio. Hoy, esa realidad comienza a cambiar.

El programa, además, contempla un incentivo económico mensual equivalente al salario mínimo, destinado a estudiantes que mantengan un promedio igual o superior a 7. Este beneficio podrá sostenerse por hasta dos años consecutivos, siempre que el rendimiento académico se mantenga. Un alivio importante para quienes deben elegir entre estudiar o trabajar.

Estos son algunos de los datos más relevantes que nos dejó el lanzamiento:

  • 40 tecnicaturas de los IFTS participarán de la iniciativa.

  • 12 universidades se sumaron con convenios de articulación vigentes.

  • Se reconocerán materias cursadas, acortando significativamente la duración de las carreras universitarias.

  • Estudiantes destacados recibirán una beca mensual por hasta 24 meses.

  • El objetivo: fortalecer las trayectorias formativas y profesionales, derribando barreras de acceso y permanencia.

“Estamos transformando una ilusión en una posibilidad concreta. Licenciate BA es una herramienta para que nadie tenga que resignar su vocación por falta de oportunidades”, destacó la ministra Mercedes Miguel. En sus palabras resonaba una idea fundamental: la educación es la política más poderosa para igualar oportunidades.

Durante el acto, también se escucharon testimonios de estudiantes que, hasta ayer, veían la universidad como una meta lejana o inviable. “Ahora siento que puedo”, dijo una joven técnica en programación que sueña con ser ingeniera. Su historia no es única. Es la de miles que hoy encuentran en este programa una ruta directa hacia un futuro mejor.

Desde mi lugar como periodista, pero también como ciudadano, celebro que se apueste por políticas públicas que no sólo innovan, sino que dignifican la educación técnica y reconocen el valor de quienes eligen esa vía. Por años, estos estudiantes fueron dejados de lado por un sistema que no les ofrecía continuidad. Licenciate BA viene a enmendar esa deuda con hechos.

También vale destacar la vocación de cooperación entre instituciones educativas, un factor clave para el éxito de este tipo de programas. No hay progreso posible si las universidades no se abren, si no hay diálogo, si no se rompen estructuras burocráticas que frenan el avance de los jóvenes.

El desarrollo profesional y personal de una persona no puede depender solo de su punto de partida, sino de las oportunidades reales que tiene para crecer. Licenciate BA no promete soluciones mágicas, pero sí ofrece un camino claro, accesible y sustentado por el Estado, hacia un futuro con más herramientas, más conocimiento y más justicia social.

Licenciate BA no es solo un nombre: es una invitación a seguir, a continuar, a crecer. Es el paso lógico —y necesario— de un sistema educativo que entiende que el talento no se detiene en un diploma, sino que empieza a brillar cuando encuentra caminos para desplegarse.